Un decalustro después de la muerte de Marilyn Monroe, Alan Abbott y Ron Hast, enterradores de las estrellas de Hollywood, rompen su secreto profesional y a mucha gente le parece bien, porque lo comparte en las redes como inquisición imprescindible que todo el mundo debería saber. Y a mí, me parece muchas cosas, pero ético, no.
Entre las diversas afirmaciones que han hecho, se incluye que cuando atendieron la muerte de Marilyn, descubrieron que era una persona normal… ¡Menuda decepción! ¡Pobrecitos! Van a conocer a Marilyn y está to muerta… Ni siquiera era su muerte como una Catrina. ¡Tanto tiempo vendiendo su imagen impecable para acabar muriendo de cualquier manera! Aunque claro, en las palabras de los dos individuos cuya fama de discretos se han pasado por el forro, suena todo a pecado, a cosa mal hecha, pues donde yo digo “persona normal”, ellos resaltan, entre muchas otras deficiencias, que Marilyn llevaba dentadura postiza, que estaba sin depilar y que usaba sujetadores con relleno. ¡Gracias por una información que no necesitábamos! Según he leído, uno de ellos, además, tuvo la poca vergüenza de llevarse los pechos falsos a su casa para sacar tajada después.
Ellos esperaban encontrar a una muerta sexy porque, claro era Marilyn Monroe a quien esperaban ver, pero se encontraron a Norma Jean… e iba de trapillo ¡qué desilusión no morir perfecta! Añaden el par de profesionales cuestionables estos que “necesitaba una manicura y una pedicura”, que “hacía semanas que no se teñía”. Para colmo de males, seguro que descubrieron que habitualmente usaba eyeliner y que el rojo de sus labios no era natural.
Seguro que lo lógico es imaginarse que el 4 de agosto, Marilyn llama a su esteticista y le dice: “Mira, Encarni, dame cita para los pelos, que me han dicho los Kennedy que esta noche tenemos lo de mi muerte y no me quiero pasar la cuchilla porque me salen granos.”
Nani
Eva eres genial!! Me ha encantado tu artículo, hay personas que cuando abren la boca el pan sube un 1000 %, por poner una cifra. Me ha gustado mucho. Cuando leí el artículo sentí mucha tristeza `por esos seres que le dan a la lengua y luego van de discretos. Esos son los que hacen daño.
Besicos muchos.
Eva_Zeta
Muchas gracias, Nani. Yo también me sentí mal cuando lo leí, por eso quise escribir sobre eso. Entiendo que hablamos de una persona que vivió de su imagen que estaba expuesta, pero me parece muy injusto que saquen tajada de su vida y su muerte más allá del icono, es decir, del personaje que creó como extensión de sí misma. Norma Jean es otra cosa.
Beatriz Lizana
“Basura, bazofias y otras tonterías”. Qué triste.
Buen artículo.
Eva_Zeta
Vergonzoso…
Muchas gracias.
Josete
Es muy difícil de entender la cobertura que se le dan a este tipo de detalles en toda la prensa y la audiencia que tienen. Buena reflexión Eva. ¡Saludos!
Eva_Zeta
Sí, yo no llego a entenderlo… Se nos ha ido la cabeza por completo. Muchas gracias por tu comentario.